Tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y potencialmente seria que afecta principalmente los pulmones. La bacteria que causa la tuberculosis se contagia de persona a persona a través de pequeñas gotitas diseminadas en el aire al toser o estornudar.
Mientras que antes era raro que estuvieran presentes en los países desarrollados, las infecciones por tuberculosis comenzaron a aumentar en 1985, en parte a causa de la emergencia del VIH, el virus que causa el SIDA. El VIH debilita el sistema inmunitario de la persona, que ya no puede combatir los microbios de la tuberculosis. En Estados Unidos, a causa de programas de control estrictos, la tuberculosis comenzó a desaparecer otra vez en 1993. Pero sigue siendo motivo de preocupación.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes de la tuberculosis son:
Cansancio intenso.
Malestar general.
Sudoración abundante, especialmente al caer el día.
Pérdida de peso.
Sangre en los esputos.
Tos seca, persistente.
Temperatura corporal que oscila entre los 37 y 37,5 grados.
No obstante, en ocasiones no aparece ningún síntoma.
Causas
La tuberculosis es causada por bacterias que se contagian de persona a persona a través de gotitas microscópicas diseminadas en el aire. Esto puede suceder cuando una persona con la forma activa de la tuberculosis no tratada tose, habla, estornuda, escupe, se ríe, o canta.
Aunque la tuberculosis es contagiosa, no es fácil contraerla. Es mucho más probable que te contagies de tuberculosis de una persona con quien vives o trabajas que de un desconocido. La mayoría de la gente con tuberculosis activa, que se ha hecho un tratamiento apropiado con medicamentos por al menos dos semanas, ya no es contagiosa.
VIH y tuberculosis
Desde la década de 1980, los casos de tuberculosis han aumentado significativamente debido a la propagación del VIH, el virus que causa el SIDA. El VIH inhibe el sistema inmunitario, lo que provoca que al cuerpo le resulte difícil controlar las bacterias de la tuberculosis. En consecuencia, las personas con VIH tienen muchas más probabilidades de contraer tuberculosis y pasar de la enfermedad latente a la activa que las personas sin VIH positivo.
Bacterias de tuberculosis resistentes a los medicamentos
La tuberculosis también sigue siendo una de las principales causas de muerte debido al aumento de cepas resistentes a los medicamentos. Con el tiempo, algunos gérmenes de la tuberculosis desarrollaron la capacidad de sobrevivir a pesar de los medicamentos. Esto se debe en parte a que las personas no toman los medicamentos según las indicaciones o no completan el tratamiento.
Las cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos aparecen cuando el antibiótico no es efectivo y no mata todas las bacterias. Las bacterias sobrevivientes se hacen resistentes a ese medicamento y, con frecuencia, también a otros antibióticos. Algunas bacterias de la tuberculosis desarrollaron resistencia a los tratamientos que se utilizan con mayor frecuencia, como la isoniazida y la rifampicina (Rifadin, Rimactane).
Algunas de las cepas de tuberculosis también desarrollaron resistencia a los medicamentos que no se utilizan con tanta frecuencia en el tratamiento de la tuberculosis, como los antibióticos conocidos como fluoroquinolonas y medicamentos inyectables, como la amikacina y la capreomicina (Capastat). Estos medicamentos se usan generalmente para tratar infecciones resistentes a los medicamentos usados con más frecuencia.
¿Es contagiosa la tuberculosis?
Sí. Cuando una persona con tuberculosis sin tratar tose o estornuda, envía gotas cargadas con la bacteria al aire. La forma habitual de contagio de la tuberculosis es la inhalación de estas gotas infectadas.
Pero no todas las personas que inhalan las gotas infectadas se enferman. Por eso, los médicos clasifican la tuberculosis como:
infección por tuberculosis latente: la persona tiene la bacteria M. tuberculosis en el cuerpo, pero no está enferma ni tiene síntomas. Estas personas no pueden contagiar la tuberculosis a otras.
tuberculosis: en este caso, la persona con la bacteria M. tuberculosis se enferma y tiene síntomas. A veces, esto puede ocurrir si no se trata una infección por tuberculosis latente. Estas personas pueden contagiar la tuberculosis a otras.
Diagnóstico
Prueba de la Tuberculina o Test de Mantoux : test cutáneo (intradermoreacción) para detectar contacto con el bacilo tuberculoso. Esta prueba tan solo detecta que existe inmunidad frente a la bacteria, no es diagnóstica de infección activa.
Radiografía de Tórax: esencial en el diagnóstico de la enfermedad. Las lesiones típicas radiológicas son apicales, en segmentos posteriores y generalmente formando cavidades. En la primoinfección, se afectan ganglios y los lóbulos medios, en forma de neumonitis.
Baciloscopia de esputo: visión directa en esputo del bacilo deTuberculosis, con técnicas de tinción para bacilos ácido-alcohol resistentes (Ziehl-Neelsen) o auramina.
Cultivo de muestra biológica: junto a la prueba anterior, son las que dan el diagnóstico de certeza de la enfermedad tuberculosa.
¿Cuál es el tratamiento contra la tuberculosis?
Las personas con infección por TBC latente deben ser evaluadas para ser recibir un tratamiento preventivo, que generalmente incluye la administración de medicamentos contra la tuberculosis durante varios meses. Las personas con TBC activa deben completar un tratamiento de seis meses o más. El tratamiento inicial incluye al menos cuatro medicamentos contra la tuberculosis, los que pueden cambiar según los resultados de las pruebas de laboratorio. El plan exacto de medicación debe ser determinado por un médico. Los Programas de Vigilancia Directa de Tratamiento (DOT, por sus siglas en inglés) son recomendables para todos los pacientes con TB para ayudarles a completar el tratamiento.
¿Se puede prevenir?
La tuberculosis se puede prevenir, incluso en aquellas personas que han estado en contacto directo con una persona infectada. Para ello, se realiza una prueba cutánea que determina si la persona ha estado expuesta a la bacteria de la tuberculosis.
Por otro lado la tuberculosis se puede prevenir de la siguiente manera, si existe algún otro paciente infectado, este debe permanecer aislado en una habitación, que a su vez se deberá ventilar varias veces al día pero siempre permanecerá con la puerta cerrada. De esta manera se podrá evitar que las bacterias se expandan a otras partes de la casa. Los contactos personales deben ser breves y limitados, además toda persona que entre en contacto con el paciente deberá lllevar mascarilla, de esta forma se evitará la inhalación de las bacterias en el aire. Por último, al aire libre no existe el riesgo siempre que se mantenga una distancia prudencial con el enfermo. Además, si no se puede llevar a cabo el aislamiento del paciente en casa, este deberá ser trasladado al hospital.
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