Infección respiratoria
La infección respiratoria, o de las vías aéreas, es una infección que surge en cualquier región del tracto respiratorio, alcanzando desde las vías aéreas superiores o altas, como las narinas, garganta o senos paranasales, hasta las vías aéreas inferiores o bajas como bronquios y pulmones.
Generalmente, este tipo de infección es provocado por microorganismo como virus, bacterias u hongos de diversos tipos, provocando síntomas como coriza, estornudos, tos, fiebre o dolor de garganta, por ejemplo. Estas infecciones son más comunes en el invierno, ya que es el período en el que hay mayor circulación de microorganismos, ya que la temperatura ambiental se mantiene más baja y hay una mayor tendencia a mantenerse en espacios cerrados.
Las infecciones respiratorias altas son las más comunes y suelen ser contagiosas, principalmente las causadas por virosis que son fácilmente propagadas en sitios con aglomeraciones de personas como escuelas, guarderías o el autobús, por ejemplo. Ya las infecciones bajas que alcanzan los bronquios y los pulmones, suelen ser más graves y suelen atacar a personas que tienen más riesgo como bebés, niños, ancianos y a las personas con el sistema inmune comprometido.
Signos de alarma en infantes
Hay que estar atentos en los niños y niñas menores de 5 años las siguientes manifestaciones:
– Aumento en la frecuencia respiratoria o respiración rápida
– Se le hunden las costillas al respirar.
– Presenta ruidos extraños al respirar o “le silba el pecho”.
– No quiere comer o beber y vomita todo.
– Fiebre, que no cede con la administración de medicamentos.
– irritabilidad
– Decaimiento y somnolencia.
– Ataques o convulsiones.
En escolares, adolescentes y adultos:
– Asfixia o dificultad para respirar (o incluso sensación de dificultad para respirar).
– Dolor en el pecho al respirar o toser.
– Decaimiento o cansancio excesivo.
– Fiebre mayor de 38,5 grados centígrados, durante más de dos días.
¿Cuáles son los virus que causas estas infecciones respiratorias?
Los siguientes virus son los agentes causales más frecuentes de las infecciones de vías respiratorias comunes. Se estudian por medio de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) misma que permite realizar la detección con la mayor sensibilidad y especificidad, superior a cualquier prueba inmunológica o rápida.
- Adenovirus
- Influenza A
- Influenza B
- Virus sincitial respiratorio A / B
- Metapneumovirus humano
- Rinovirus A/B/C
- Covid-19
¿Qué tipos de infecciones respiratorias hay?
Las infecciones pueden afectar a las vías respiratorias altas (nariz, garganta, tráquea y bronquios) o a las vías bajas, es decir, a los pulmones. Las primeras son las más frecuentes y engloban, entre otras, la rinofaringitis aguda (resfriado común), la faringoamigdalitis y la rinosinusitis. Las infecciones de los pulmones, denominadas neumonías, son más graves, pero mucho menos comunes.
En función de la causa, se clasifican en víricas -la mayoría- y bacterianas. Estas son algunas de las infecciones más comunes:
- Resfriado común. Si empiezas con congestión nasal y mocos, tos, estornudos, malestar general y dolor de cabeza, a veces con fiebre, probablemente sufras un resfriado común, generalmente debido a los rinovirus. Es frecuente que el moco sea inicialmente acuoso y luego más espeso y amarillo por la acumulación de células muertas y otros desechos, pero esto no significa necesariamente que se precise un antibiótico.
- Si el síntoma principal es el dolor de garganta, lo más probable es que tengas una faringitis, que puede ser vírica o bacteriana. Distinguirlas no es fácil. Si además del dolor tienes síntomas de resfriado, casi siempre el causante es un virus. Si, por el contrario, no tienes ni tos ni mocos y la fiebre es mayor de 38 °C, es posible que la culpable sea una bacteria. La presencia de las famosas «placas» blancas en la garganta y de ganglios -que se notan como bultos- dolorosos en la garganta apoyan este diagnóstico.
- Es una infección de la mucosa que recubre la nariz y los senos paranasales (unos espacios huecos que están detrás de nuestra frente, nariz y ojos) y que origina mucha congestión, dolor en la cara, malestar general y fiebre. Si esta es mayor de 39 °C, la secreción nasal parece pus o los síntomas empeoran a partir del quinto día, lo más probable es que el origen sea una bacteria y, por tanto, necesites un antibiótico.
Medicinas tradicionales y naturales
Algunas recomendaciones para prevenir enfermedades respiratorias:
Descanso vital: entre 6/8 hs diarias.
Higiene diaria (baño corporal-cepillado dental).
Hogar: ventilación e iluminación solar adecuada, evitar el uso de aerosoles bactericidas, colocar en el amiente (sobre mesita de luz o mesada) un plato con media cebolla picada fino, recambiar aproximadamente cada 48 hs.
Vestimenta: ropa abrigada, gorro, bufanda, guantes y medias.
Actividad física: realizar ejercicios físicos acordes con la temperatura exterior, edad, condiciones de salud. Utilizar vestimenta adecuada (suelta). Realizarse masajes en miembros superiores e inferiores y cuello con aceites de girasol, oliva, sésamo.
Alimentación saludable: comidas ricas en proteínas, vitaminas y minerales. Por ejemplo: calabazas, naranjas, mandarinas, porotos, espinacas, coliflor, brócoli, lentejas.
Especias
Se utilizan para condimentar alimentos o en infusiones: pimienta negra, romero, tomillo, orégano, laurel, jengibre, cúrcuma. También sirven para sahumar los ambientes (en especial el romero y el laurel).
Plantas medicinales
Con ellas, podemos realizar preparados de jarabes, infusiones, quemadillo, maceraciones, jugos y vahos. Ingerirlos hasta que los síntomas disminuyan. Si éstos persisten, consultar con un médico.
Jarabe de cebolla
Cortar y picar media cebolla mediana, colocar en cualquier recipiente (que no sea de aluminio), agregar tres cucharadas soperas de azúcar y mezclar, dejar reposar (mínimo 2 hs). Tomar el preparado:
En niños: 1 cuchara chica, tres veces al día
Adultos: 1 cuchara grande, tres veces al día
Preparado de vahos de eucalipto (para el adulto)
En un recipiente colocar agua fría (1/2 litro aproximadamente), agregar hojas (un puñado pequeño) de eucalipto, hacer hervir, apagar el fuego, esperar unos minutos e inspirar profundamente. Realizarlo 2 veces al día.
¿Cómo evitar estas infecciones?
Para evitar las infecciones respiratorias se recomienda evitar sitios aglomerados, el contacto con personas infectadas, y se debe lavar las manos y evitar colocar objetos en la nariz o en la boca, ya que son las principales formas de contagio.
También se recomienda mantener un buen sistema inmune, lo que es fácil de mantener con una alimentación equilibrada rica en vegetales, granos y antioxidantes como Vitamina C, presente en las frutas. Además de esto, evitar ambientes muy húmedos con exceso de polvo, moho y ácaros es recomendado para evitar alergias que puedan ser acompañadas de una infección.
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