Demencia
La demencia es el declive lento y progresivo de la función mental, incluida la memoria, el pensamiento, el juicio y la capacidad para aprender.
Síntomas
Si bien los síntomas de demencia varían mucho, al menos dos de las siguientes funciones mentales básicas deben verse significativamente afectadas para que se consideren demencia:
Memoria
Comunicación y lenguaje
Capacidad de concentrarse y prestar atención
Razonamiento y juicio
Percepción visual
Las personas con demencia pueden tener problemas con la memoria a corto plazo, como saber dónde se encuentra la cartera o billetera, pagar las cuentas, planificar y preparar comidas, recordar citas o viajar fuera de su vecindario. Muchas demencias son progresivas, lo que significa que los síntomas comienzan lentamente y empeoran de forma gradual. Si usted o un ser querido experimenta dificultades con la memoria u otros cambios en las habilidades del pensamiento, no lo ignore.
Consulte rápidamente a un médico para determinar la causa. Una evaluación profesional puede detectar una afección tratable. E incluso si el síntoma sugiere demencia, el diagnóstico temprano le permite a una persona aprovechar al máximo los tratamientos disponibles y brinda una oportunidad para participar voluntariamente en ensayos o estudios clínicos. También ofrece tiempo para planificar para el futuro.
Tipos de demencia
Los tipos de demencias también se pueden clasificar según las zonas cerebrales principalmente afectadas. En este caso se tiene en cuenta si, a grandes rasgos, la afectación es de predominio cortical o subcortical.
Demencias corticales
En las demencias corticales la alteración afecta principalmente el córtex cerebral, la capa más externa del cerebro, que desempeña un papel crucial en los procesos cognitivos de la memoria y el lenguaje.
Por eso los pacientes con algún tipo de demencia cortical suelen mostrar alteraciones importantes de memoria y afectación del lenguaje, con dificultad o incapacidad para evocar palabras y/o para comprender el lenguaje común. La enfermedad de Alzheimer es un caso prototípico de demencia cortical.
Demencias subcorticales
En las demencias subcorticales la disfunción fundamental afecta partes del cerebro situadas por debajo del córtex. En estos casos, son más frecuentes como manifestaciones iniciales la disminución en la capacidad de atención y lentitud del pensamiento, así como variaciones significativas en el estado de ánimo.
Normalmente no se suelen observar pérdidas de memoria o de lenguaje entre los primeros síntomas. Algunos ejemplos de este grupo son las demencias que pueden derivarse de la enfermedad de Parkinson o la de Huntington.
Demencias mixtas
A menudo, la demencia puede considerarse corticosubcortical porque las dos grandes áreas cerebrales se ven afectadas, como suele ocurrir en muchas formas de demencia vascular. De hecho, las demencias mixtas son formas también muy comunes, no solo en cuanto a la afectación de áreas, sino también en cuanto a sus causas.
¿Qué aumenta el riesgo de demencia?
Edad
El mayor factor de riesgo conocido de la demencia es el aumento de la edad; en la mayoría de los casos afecta a personas de 65 años o más.
Antecedentes familiares
Quienes tengan padres o hermanos con demencia tienen más probabilidad de presentar ellos mismos esta enfermedad.
Raza/grupo étnico
Las personas afroamericanas de mayor edad tienen el doble de probabilidad de presentar demencia que las personas de raza blanca. En las personas hispanas, la probabilidad es 1.5 veces mayor que en las personas de raza blanca.
Salud deficiente del corazón
La presión arterial alta, el colesterol alto y fumar aumentan el riesgo de demencia si no se tratan de forma adecuada.
Lesión cerebral traumática
Las lesiones en la cabeza pueden aumentar el riesgo de demencia, especialmente sin son graves o suceden en forma reiterada.
Diagnóstico
El diagnóstico de la demencia utiliza una serie de pruebas para descartar otras condiciones que tienen tratamiento tales como la depresión, la deficiencia de vitamina B12, la hidrocefalia y el hipotiroidismo. Exámenes físicos y neurológicos y pruebas cognitivas generalmente forman parte de este análisis.
La toma de imágenes del cerebro es un complemento útil de las pruebas de laboratorio para poder descartar otras condiciones que tienen tratamiento tales como un tumor cerebral. Su médico podría ordenar uno de las siguientes exámenes por imágenes:
La RMN de la cabeza utiliza un poderoso campo magnético, pulsos de radiofrecuencia y una computadora para producir imágenes detalladas del cerebro, para detectar anormalidades cerebrales y diagnosticar enfermedades del cerebro. A veces se inyecta un material de contraste en la vena del brazo para mejorar las imágenes. La RMN de la cabeza también revela si ha ocurrido un derrame cerebral recientemente. Consulte la página de Seguridad para más información sobre los procedimientos de RMN. En muchos casos, el médico podría ordenar una segunda RMN para evaluar los cambios que han ocurrido en el intervalo.
La resonancia magnética nuclear funcional del cerebro (RMNf) utiliza las imágenes por RMN para medir los cambios del flujo sanguíneo y el oxígeno que ocurren en una parte activa del cerebro. La RMNf se puede utilizar para ayudar a evaluar cómo ha sido afectada la función del cerebro por un derrame cerebral, un trauma o una enfermedad degenerativa tal como la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, su uso como prueba de diagnóstico es limitado para el caso de la demencia.
La TAC de la cabeza que combina equipos especiales de rayos X con computadoras sofisticadas para producir múltiples imágenes o fotografías del interior del cuerpo. La TAC puede detectar atrofia relacionada con la demencia y proporcionar información detallada sobre lesiones en la cabeza, derrame cerebral, y otras enfermedades cerebrales. A veces se inyecta un material de contraste en la vena del brazo para mejorar las imágenes. Consulte la página de Seguridad para más información sobre la TAC.
La PET es un examen de diagnóstico que utiliza una pequeña cantidad de material radioactivo (llamada radiosonda) para ayudar a diagnosticar y determinar la gravedad de una variedad de enfermedades. La PET se puede combinar con la TAC o la RMN para brindar detalles sobre ambos, la función (de la exploración por PET) o la anatomía (de la TAC o RMN) del cerebro. Existe una forma especial de PET que puede ayudar a identificar aglomeraciones anormales de proteínas asociadas con la enfermedad de Alzheimer.
La punción lumbar, también conocida como punción espinal, es una prueba de diagnóstico que utiliza una aguja para sacar una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal). Las investigaciones sugieren que las personas con la enfermedad de Alzheimer en etapas iniciales podrían tener aglomeraciones anormales de proteínas en el líquido cefalorraquídeo.
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