Ganglión
Los quistes ganglionares son unos bultos que, mayoritariamente, se desarrollan en la cara posterior de la muñeca. Se forma un saco lleno de líquido debajo de la piel.
Síntomas del ganglión o quiste
Los quistes suelen formar un nódulo visible aunque, en algunos casos, si los quistes son pequeños pueden no manifestarse. Muchos de ellos no presentan síntomas, pero si llegan a presionar algún nervio, puede causar dolor, hormigueo y debilidad muscular, afectando o no al movimiento de la articulación donde se ubica.
Si el quiste sinovial o ganglión no causa síntomas y permite la movilidad normal de la zona, el quiste provoca más un problema estético que médico
¿Cuáles son sus causas?
No se conoce la causa, suele aparecer de forma repentina.
Suelen aparecer más en mujeres aunque también afecta al hombre. Aunque no es una patología que tenga que ver con la edad, tiene más presencia entre los 20 a 40 años.
Generalmente se atribuye a movimientos repetitivos de la articulación o a sobrecargas.
Como ya hemos comentado no conocemos exactamente la causa, aunque se cree que las contusiones o grandes golpes puede provocar su aparición.
Las personas que padecen osteoartritis, es decir artritis por desgaste de articulaciones, tienen más posibilidades de desarrollar quistes sinoviales.
¿Cómo se diagnostican?
Ya que a veces se confunde a los gangliones con tumores, es importante hacerse un examen completo y, posiblemente, pruebas para confirmar el diagnóstico.
Historia clínica
Su proveedor de atención médica le hará preguntas, tales como cuánto tiempo ha tenido el ganglión y el tipo de síntomas que siente. Puede que le pregunte si el ganglión ha cambiado de tamaño o si su tamaño varía según las actividades que usted realice.
Examen físico
Su proveedor de atención médica podría hacerle un examen de transiluminación, aplicando una luz a través del abultamiento (generalmente la luz pasa por un ganglión, pero no a través de un tumor). Cuando se palpa (toca con presión) el pie, el ganglión es de consistencia esponjosa y el líquido se mueve de un lado a otro.
Pruebas
Si se sospecha que tiene un espolón óseo, tal vez sea necesario hacerle radiografías. Podrían aspirarle el líquido del ganglión con una aguja para determinar la extensión de la hinchazón y disminuir el dolor. Para confirmar que se trata de un ganglión, podrían hacerle una resonancia magnética (“MRI”, por sus iniciales en inglés), un examen que genera imágenes del tejido blando y el hueso. A veces, se inyectan unos colorantes especiales en el área para ver su contorno con más claridad.
¿Cómo se tratan?
Muchos quistes ganglionares desaparecen sin tratamiento médico. Los médicos suelen optar por “observar y esperar” para saber si el quiste desaparece solo o no empeora, sobre todo cuando no duele. Hasta el 90% de los quistes ganglionares que desarrollan los niños pequeños desaparecen por sí solos en menos de un año.
Si los movimientos repetitivos hacen que el quiste aumente de tamaño o duela más, es posible que el médico recomiende al paciente descansar y ponerse una férula o una abrazadera ortopédica. Los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor y el malestar.
Aspiración
Si un quiste resulta que crea problemas porque molesta, duele, o dura mucho tiempo, un médico lo puede “aspirar” (o drenar) utilizando una aguja larga. Es un procedimiento rápido y eficaz que se aplica en la consulta del médico.
Se duerme el área de alrededor del quiste ganglionar.
Se pincha el quiste con una aguja y se aspira el líquido que contiene.
Pero, tras la aspiración, el quiste ganglionar puede volver a parecer. Esto se debe a que la aspiración elimina el líquido del quiste. Pero no elimina el quiste ni su unión con la fuente de donde procede el líquido. (Se limita a extraer el líquido del “globo de agua”, pero el globo seguirá conectado al “grifo” que suministra el líquido.)
Extirpación
En algunos casos, el médico puede recomendar una operación menor para extraer el quiste ganglionar entero. La operación, llamada extirpación ganglionar, extrae el quiste junto con su tallo. Se trata de una operación de tipo ambulatorio (que no requiere ingresar en el hospital) y que se suele hacer bajo anestesia general.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer quistes ganglionares son los siguientes:
El sexo y la edad. Los quistes ganglionares pueden desarrollarse en cualquier persona, pero ocurren con mayor frecuencia en mujeres entre 20 y 40 años.
Osteoartritis. Las personas que tienen artritis por desgaste en las articulaciones de los dedos más cercanas a las uñas tienen un mayor riesgo de desarrollar quistes ganglionares cerca de esas articulaciones.
Lesión de articulaciones o tendones. Las articulaciones o los tendones que se lesionaron en el pasado son más propensos a desarrollar quistes ganglionares.
¿Qué puede hacer en el hogar para un ganglión?
Use una férula para la muñeca o el dedo por varias semanas. Esto puede ser todo lo que se necesita para que se encoja el ganglión y desaparezca por sí solo. Asegúrese de que la férula no esté muy apretada. Entumecimiento, hormigueo, dolor o frío en la mano son señales de que tiene que aflojar la férula.
- No se aplaste un ganglión con un libro u otro objeto pesado. Podría quebrar un hueso o lesionar la muñeca haciendo esto. Además, el ganglión podría volver a aparecer.
- No trate de drenar el líquido con un alfiler u otro objeto afilado. Podría causar una infección.
- Si el ganglión se revienta por sí solo y la piel se abre:
- Cubra la herida con una capa delgada de vaselina y una venda no adherente.
- Aplique más vaselina y cambie la venda cuando sea necesario.
- Llámenos si tiene señales de infección (aumento de dolor o enrojecimiento, vetas rojas, pus que sale del bulto, fiebre).
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